Güerres y Santa Catalina


En Güerres tán llimpiando, pa recuperala, una capilla dedicada a Santa Catalina d'Alexandría. Esti vienres, día del Pilar, anduvo perillí Agustín Hevia Ballina, espertu documentalista y historiador del Arzobispáu. La capiella paez al menos de 1590, pero, según don Agustín, darréu de l'advocación a Santa Catalina d'Alexandría, podría ser de munchu enantes, del XI o XII, y tar en relación con una ruta antigua del Xacobéu.


Comoquier que sea, felicitamos a los vecinos pol so trabayu y deseámos-yos ésitos na so recuperación de la capiella, que, per otru llau, probablemente tea en relación col topónimu inmediatu "La Torre", una casona o una fortificación allugada ellí, del señoríu de la cuala dependiese la capiella.

A propósitu, a continuación, llanto equí'l perconocíu romance infantil de "Santa Catalina", talo como ye capaz de reconstruílu la mio muyer de la so memoria infantil (agora cántalu más n'asturianu). Como en toa España, el romance de Santa Catalina y el so martiriu (la rueda de cochiellos y navayes) anda entemecíu col del marineru al agua.





En Cádiz hay una niña,   
n Cádiz hay una niña,  
 que Catalina se llama.
¡Ai, sí, que Catalina se llama.

Su padre era un perro moro,
su padre era un perro moro, 
su madre una renegada.
¡Ai, sí, su madre una renegada.

Todos los días de fiesta,
todos los días de fiesta
su madre la castigaba.
¡Ai, sí, su madre la castigaba.

Porque no quería hacer   
porque no quería hacer
lo que su padre mandaba.
¡Ai, sí, lo que su padre mandaba.

Mandaba hacer una rueda,
mandaba hacer una rueda
de cuchillos y navajas.
¡Ai sí, de cuchillos y navajas.

Todos los días de fiesta,
todos los días de fiesta,
Catalina arrodillada.
¡Ai, sí, Catalina arrodillada.

Bajó un angelín del Cielo
bajó un angelín del cielo,
con su corona y su palma.
¡Ai, sí, con su corona y su palma!

_Sube sube, Catalina,     
Sube, sube Catalina
que el Rey del Cielo te llama.
¡Ai, sí, que el Rey del Cielo te llama!

-¿Qué me quiere el Rei del Cielo,
qué me quiere el Rei del Cielo,
que tan aprisa me llama?
¡Ai, sí, que tan aprisa me llama!


-Te quiere pa que le cuentes,
te quiere pa que le cuentes
toda tu vida pasada,
¡Ai, sí, toda tu vida pasada!

Al subir las escaleras
al subir las escaleras
cayó un marinero al agua.
¡Ai, sí, cayó un marinero al agua!

-¿Qué me das marinerito
que me das marinerito, 
pa que te saque del agua?
¡Ay, sí, pa que te saque del agua!

-Te doi todos mis navíos,
te doi todos mis navíos
cargaditos de oro y plata,
¡Ay, sí, cargaditos de oro y plata!

-Y mi mujer que te sirva,
y mi mujer que te sirva,
y mis hijas por esclavas.
¡Ay, sí, y mis hijas por esclavas!

-Yo quiero cuando te mueras
yo quiero cuando te mueras
que a mi me entregues el alma.
¡Ay, sí, que a mí me entregues el alma!

-El alma es para mi Dios,
el alma es para mi Dios,
que la tiene bien ganada.
¡Ay, sí, que la tiene bien ganada!

-La sangrecita a los peces,
la sangrecita a los peces
y a las anguilas del agua.
¡Ay, sí, y a las anguilas del agua!

-El pellejo al señor cura,
el pellejo al señor cura,
pa que haga una sotana.
¡Ay, sí, pa que haga una sotana!


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