Paraíso natural
La reiteración y el inmovilismo político en Asturias
19.05.2015 | 04:03
Xuan Xosé Sánchez Vicente Llego a Mieres por un asunto literario. Mi destino, la librería La Pilarica. Enfrente, el aparcamiento de El Vasco-Mayacina. Regateo los baches que puedo, levanto el abundante polvo que, en los días de lluvia, será barro. Mientras aparco, me pregunto. ¿Cuánto lleva ese desastre ahí, que algún partido, veo, promete, por enésima vez solucionar? ¿Veinte, treinta años?
Me acuerdo de Epiménides el Cretense, un filósofo griego del siglo VI a.C. sobre el que corrían leyendas que lo situaban entre la sabiduría y la magia. Una de ellas aseguraba que se había metido en una cueva a dormir y allí había permanecido cincuenta años en tal estado. Al despertar, pensando que había descansado sólo por algunas horas o minutos, volvió a casa y descubrió con asombro que todo había cambiado: desde las personas a las cosas. De aquella leyenda medieval, asimismo, en que un fraile que desconfiaba de poder disfrutar del Paraíso durante la eternidad con la sola contemplación de Dios sale de paseo. Se detiene lo que él cree unos segundos en escuchar a un pajarillo, vuelve al convento y se sorprende al ver que no han pasado minutos ni horas, sino décadas, y que ya no queda ninguno de sus coetáneos en el cenobio. "Si un pajarillo ha podido distraerlo todo ese tiempo -es la conclusión- ¿qué no hará el Paraíso, con su suspensión del devenir, con su no-tiempo?".
Y, entonces, se agolpan en mi mente los ejemplos: el nuevo trazado ferroviario, que lleva esperando desde 1982 (yo mismo he estado en el Congreso de los Diputados a principios de los noventa para que lo que antes se llamaba "variante de Payares" -el AVE de hoy- se incluyese en el Plan Director de Infraestructuras del ministro Borrell) y estamos en el 2015. El soterramiento de las vías en Llangréu, la conexión marítima con Francia e Inglaterra de líneas regulares, la barrera ferroviaria de Avilés, el saneamiento de los principales concejos y ciudades de Asturies (la de Xixón, la prometieron el antedicho Borrell y don Pedro de Silva para el año 1996), la falta de líneas y conexiones aéreas. En realidad, no hay concejo que no tenga una obra o una actuación pendiente desde hace décadas. Y lo que no queda ad calendas tarda lustros en sustanciarse, el HUCA, por ejemplo, publicitado ya en el 2002 y concluido el año pasado.
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