En la ceremonia de la Traslación del apóstol Santiago, celebrada, como todos los años, el 30 de diciembre, la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo, "pidió al apóstol" "soluciones para la crisis".
La presidenta actuaba como delegada regia. Además de los estamentos eclesiásticos correspondientes, se encontraban presentes en el acto de la catedral, miembros del Concello de Santiago, y otros responsables políticos e institucionales.
¡Hombre! Parece que un poco de seriedad por parte de las instituciones no vendría mal. O, mejor todavía, sería deseable que no se hiciese el ridículo año tras año. Limítense, si acaso, las autoridades políticas a asistir a los oficios religiosos, depositen, si lo desean, una ofrenda floral, pero absténganse de decir ridiculeces -que aquí el "decir" es "hacer"-, y no pongan en un compromiso al pobre Santiago, que bastante tiene con sufrir que en la propia catedral de la ciudad de su nombre lo oculten en su figuración de Santiago Matamoros, por aquello de lo políticamente correcto. "¿O sea que os avergonzáis de mi -podría decir él- y tenéis la cara de venir a pedirme soluciones para lo que no hay dios que solucione?
Bueno, ironías, al margen, ya está bien de hacer el ridículo. Si los responsables religiosos se diesen cuenta, esas "representaciones" no solo dañan a la política, sino también a la religión.
Y dicho eso, les dejo aquí las palabras de doña Pilar Rojo y los envío, por si les apetece, a unos enlaces (Pilar Rojo; Peticiones; Santiago). Solo un apunte de envidia: naturalmente, la presidenta del Parlamento de Galicia habla en gallego:
« axuda a todos os responsables públicos a que adopten as mellores solucións para superar os problemas do presente; intercede polos máis necesitados para que consigan saír desa situación; vela por alcanzar un sistema social ancorado na xustiza e na igualdade. Santo Apóstolo, reforza o noso firme compromiso co valor da solidariedade e da nosa sólida convicción ética co servizo público. Que o espiritu da tradición xacobea siga convocando a fiéis de todo o orbe, que se achegan a renderche culto, e nos axude a encontrar a verdade».
«con confianza poño sobre o altar, co patrocinio do apóstolo, a vosa ofrenda, señora delegada rexia, tendo en conta as intencións das súas maxestades e da familia real, dos nosos gobernantes estatais, autonómicos e locais, das persoas e familias que están a padecer a consecuencias da crise económica, e de todos os que formamos os distintos pobos de España, de xeito especial dos queridos fillos desta terra galega».
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