Güei, en LA NUEVA ESPAÑA

(Trescribo, como davezu, dellos párrafos)


Profecías, vanilocuencia, ausencias

La escasa percepción de la realidad de los partidos políticos

14.09.2016 | 03:43
Vista con siluetas de las baterías de coke de Arcelor-Mittal al amanecer.

"La siderurgia regional, más fuerte diez años después de la fusión entre Arcelor y Mittal", titulaba LA NUEVA ESPAÑA el 28 de este pasado mes de agosto, opinión generalizada de la que, por cierto, participaban los sindicatos. Ahora bien, quien tenga un poco de memoria podrá recordar cómo hace diez años, con ocasión del cambio de accionista mayoritario, la profecía entre los sindicatos y la izquierda era unánime: "el indio" -así se lo llamaba- no era más que un especulador que venía a achatarrar la siderurgia, cuyo declive estaba asegurado y sus días, contados. Opiniones, por cierto, no muy distintas a las vertidas cuando, años atrás, la corporación siderúrgica proveniente de Ensidesa pasó a privatizarse deviniendo en Arcelor.
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Otra profecía exitosa -acompañada de magnífico estruendo como todas las de este tipo y boca emisoras, a que se sumaron, además, conspicuos comentaristas y economistas- fue la que se opuso a la tramitación de los Presupuestos para 2017, asegurando que no hacían falta alguna y que sólo se confeccionaban por razones electorales. ¿Qué estaría pasando ahora y en los próximos meses en el ámbito económico, social y administrativo si tuviésemos que estar funcionando con los Presupuestos de 2016 prorrogados?
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La vanilocuencia, a veces, toma la forma de grandilocuencia, aun en ámbitos relativamente menores. ¿Qué es eso del desembarco de Carlos V en Tazones? Aquí no hubo ningún Carlos V. Al pueblo maliayense traen la mar y el azar a tomar las coronas de Castilla y Aragón a un Carlos que será el primero de ambas, Carlos I. Y viene a eso. Sólo más tarde será Carlos V, pero no de aquí, donde seguirá siendo Carlos I, sino del Sacro Imperio Romano Germánico. Pero claro, nos parece más importante siempre lo de fuera. Por cierto, si hay un próximo rey Carlos, ¿lo llamaríamos "Carlos V bis"?
Y una ausencia. Clamorosa. Ya saben ustedes lo que ocurre si les asaltan su casa (eso que llaman "ocupar"). [.....................................................................................................................]

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