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VÉNDOVOS UN MONO

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Así podría haberse dirigido a los avilesinos y asturianos don Vicente Alberto, al modo en como don Juan Pérez Arango, gestor de los intereses de don José Fernández, se dirigió en famosa ocasión a los mandamases electos xixoneses con su «Véndovos Mareo», para tratar de sacar de apuros al Sporting. Es cierto que entre ambas frases, aparentemente idénticas, habría habido profundas diferencias semánticas. La de don Juan era volitiva y en ella el verbo «vender» significaba «traducir por dinero». La del señor Areces, asertiva, y ahí «vender» se habría traducido en «revertirá en votos».


Pero si no hay constancia de que la frase hubiese sido exteriormente emitida, sí fue eso mismo lo que el presidente del Principado hizo al salir de una comida con el presidente de la fundación Príncipe de Asturies, don Graciano García, «vendernos» el mono que el señor Niemeyer había pintado y donado a la Fundación, la cual, a su vez, realizó la «traditio» al Gobierno en aquel encuentro gastronómico. Pues, en efecto, a partir de aquel mismo instante el dibujo empezó a pretenderse como el bálsamo de Fierabrás que sacaría a Asturies de sus tinieblas culturales y a Avilés lo resarciría de anteriores chascos y de su decadencia económica.


En todo caso lo que sí hacía don Vicente Alberto era enlazar con una tradición inaugurada por sus antecesores: la de anunciar los grandes eventos y faustos tras la refacción (téngase por lítotes, acaso) del mediodía. No estuve yo presente en el momento del anuncio de este grande evento, pero sí en el de otro, en el de la inversión de aquella compañía «mayor que las siete hermanas» que el señor Rodríguez Vigil y el señor Víctor Zapico, atraillados por el señor Lauze, anunciaron con trompetería. Y recuerdo aún el olor de los vegueros y el color de los papinos posteriores a aquella comida. En todo caso, estoy razonablemente seguro de que el señor Álvarez Areces no fumaba puros en la ocasión del anuncio.

Quien quiera tener alguna memoria recordará que durante mucho tiempo aquella propuesta de nada levantó entre Uviéu y Avilés, entre don Gabino y don Vicente Alberto, entre PSOE y PP, una permanente disputa sobre la ubicación del nonato; asimismo, que nunca se supo exactamente el destino del edificio construido sobre los efluvios del mono. Llegó a proponerse, por ejemplo, como «Museo de los Premios Príncipe», sin que eso supusiera, ni por asomo, que se supiera qué iba a contener el tal museo. Del mismo modo, se ignoraba quién iba a financiar el «aquello», ni su construcción ni su funcionamiento, ni cómo se haría compatible esa institución con tantas otras que pululan por Asturies. Lo que sí sabían PSOE, don Vicente y doña Pilar Varela era que había que compensar a los avilesinos de tanta decepción y tantas promesas incumplidas por ellos mismos.


Sumen a ese elemento central un vector fundamental: una forma exacerbada de entender la política para la cual la voluntad lo es todo y la realidad poco; para la que presupuestos y normas no son cauces para que fluyan las aguas, sino diques para que no lo hagan. Añadan una época en que el dinero (sonante o en deuda) parece un material inextinguible. Coloquen ahí al señor Zapatero o al señor Areces.


Pero ese anverso tiene su reverso: el de los ciudadanos que piensan que sus demandas o apetencias deben ser satisfechas al instante; que fingen o fingen creer que el dinero cae del cielo y que, si no lo hay o que si sus exigencias no pueden cumplirse ahora mismo, es culpa de los políticos, y que, por lo tanto, están dispuestos a creer cuanto quieren escuchar, aquello precisamente que «el buen político» siempre tiene el olfato presto para decirles. Porque, como decía François Mitterrand, «las promesas electorales solo comprometen a quien las cree»; o, dicho de otra forma, los fraudes electorales no se asimilan a las estafas, sino a los timos: es indispensable la voluntad también engañadora o ilusa del timado.

Y último vector que nos lleva a un ente cultural sin definición, a una gestión caótica y tal vez punible, a una deuda inasumible, a unos patrones del «ente» que no saben qué hacen allí, a un partido que no sabe cómo gestionar sus responsabilidades y las de sus conmilitones, a otro que se lía los pies consigo mismo y a una comisión de investigación que está en la linde de lo bufo, quizás porque es el alinde de todo ello, tanto en los investigantes como en los investigados. Ese último vector es el papanatismo cosmopolita. Díganle a la mayoría de los políticos asturianos que, saltando por encima de las sebes de su país, van a hacerlos oler el polvo (el de las calles) de Nueva York y se volverán locos; tráiganles a un estadounidense afamado y guardarán para siempre el olor de sus micciones. Y ya si les dicen que van a construir aquí algo nada asturiano pero que, como al Faru de Cuideiru de la canción, van a ponerlo muy alto para que alumbre el mundo entero y no se pierdan los barcos, llegarán al deliquio.

Y es ahí donde aparece el Deus ex machina, el señor Natalio Grueso, con su agenda. De él no quiero comentar más que la actitud despectiva que entraña aquella frase suya ante la comisión de investigación: «Ahora el Niemeyer es una casa de cultura de pueblo». Me recordó inmediatamente el tono despectivo con que, en la Universidad del País Vasco, el ex diputado Francisco Letamendía trataba de ofender a nuestro bandalisquiano Francisco Llera Ramo. «Aquí huele a cucho de establo asturiano» gritaba al pasar por delante de su despacho.

A Francisco Letamendía, Ortzi («nube») de nombre de guerra, lo tuvo que recoger una piadosa patrulla de la guardia civil de la mar cuando, huido en una lancha con poca gasolina la noche del 23 de febrero de 1981, se quedó a la deriva en mitad del Cantábrico.

Esperemos que ahora que todos los protagonistas de aquel dislate se han visto bajados de la nube y han visto su pobre barquilla «entre peñascos rota, / sin velas desvelada, / y entre las olas sola» no necesiten ser remolcados por la guardia civil para su regreso a tierra firme.


Niemeyer: un engañu dende'l principiu

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Y dende'l Principáu, esto ye, dende'l PSOE y la FSA. Y dende l'Ayuntamientu d'Avilés. Porque ¿quién esperaba que fuese otra cosa un proyectu qu'arrancó con un garabatu, con un monu pintáu nun papel, por mui de Niemeyer que fuere? ¿Cómo podía ser d'otra manera una "cosa" que nunca se supo pa qué yera, si pa muséu los Premios Príncipe, si pa chigre, si pa muséu d'arte, si pa sala esposiciones, si...?




¿Y cómo podía ser d'otra manera una cosa qu'arrancó con un "véndovos Mareo", una tarde dempués d'una comida ente Graciano García y Álvarez Areces?

¿Tenía otres pintes una cosa na que s'engañaba a la xente diciéndo-yos que dende los EEUU venía la xente, como Kevin Space y otros, gratis, solo polo que queríen a...? Bueno, inxamás tuvo claro si yera al PSOE, a Avilés o a Asturies.

¿Podía ser otru engañu distintu al que tantes vegaes fexo'l PSOE a los avilesinos prometiéndo-yos museos y inversiones qu'inxamás llegaren nin van llegar?

Y yá, cuando'l PP y Aréstegui se punxeren a aponderalo y aplaudilo, ¿a quién nun se-y punxeren los pelos de punta?

Entós, ¿a quién-y estraña que'l Niemeyer tenga un pufu de 2,5 millones d'euros y que sigamos ensin saber qué ye o pa qué ye?

Gran ésitu del PSOE, d'Álvarez Areces (¿alcuérdense: el meyor xestor qu'inxamás viera Asturies, nos llabios de la izquierda y la derecha?) y de Pilar Varela. ¡Ah y del PP y de Joaquín Aréstegui, que se sumaren a última hora a les emponderances!

El carbayu lliterariu: recomendación: Tenderino Bajo

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- debuxu de Pablo García -

El domingu pasáu, día 19, La Nueva España entamó una nueva "aventura" del detective Tenderino Bajo, escrita por J. Lugrán, col títulu xeneral de "¿Quien quiere que el Niemeyer vuele?".

Discurre sobre les ciudaes, la sociedá y, especialmente, la política asturiana. YE UN ESPAÑÍU XENIAL D'INXENIU, COÑA, CREATIVIDÁ LLINGÜÍSTICA, SORPRESA E IRONÍA.

RECOMIENDO NUN PERDER UN EPISODIU. EL QUE NUN LOS VIERA HASTA AGORA O PERDIERA DALGÚN PUEDE TOPALOS NA EDICIÓN DIXITAL.

Con too, yo como siempre, recomiendo'l papel, tanto más placenteru. Y como cuando falen los papeles sobren les palabres ehí va (espero que con permisu) el primer capítulu, el del domingu 19.

CAPITULO I

Frío siberiano entre Versalles y El Quirinal. Ocho y media de la mañana despejada, parque de Ferrera, Avilés. La noche había sido larga, pero había parecido corta, y allí estaba, de doblete, con unos cuantos litros de líquido metidos en el cuerpo y pidiendo salir, y con una cita a punto de puntualidad. Miré a la derecha, miré a la izquierda, iba a hacer pis sobre el árbol caído...

-¿Su nombre es Bajo, Tenderino Bajo?

Me volví, alejando las manos de la bragueta y deteniendo el arranque de la micción, ese que se siente en el ascensor de regreso a casa.

Una mujer metida en un abrigo se acercaba con andar algo marinero, pelo corto, gafas fashion, zapato bajo y una de esas sonrisas luminosas que, al apagarse, vuelven sombría la cara entera. Estreché la mano que Pilar Varela me extendía.

-¿Le importa si hablamos paseando? Esto es muy bonito -disimulé para que no notara que la incontinencia me hacía dar saltos-. Por teléfono me comentó que se trataba de un asunto grave.

-Es el Niemeyer. Recibo amenazas de que va a volar por los aires. ¿Vale? Y no lo llevo. El Niemeyer es lo más blanco de la ciudad, lo más importante desde Ensidesa y lo que completa el proyecto histórico de convivencia de la villa, porque teníamos el fuero desde el siglo XI y hubo que esperar casi mil años para tener el huevo, ¿vale? El Niemeyer es Brad Pitt, Natalio Grueso, Tini Areces, Woody Allen, Carlos Saura, Serrat, Tini Areces, exposiciones, música, teatro, danza, cine, conferencias, gastronomía, glamour, Tini Areces, Luis Eduardo Aute, Jessica Lange, Wole Soyinka, «Los Linces», Tini Areces...

Ella estaba desatada y yo, a punto de soltarlo.

-Todo eso dentro de una arquitectura de volúmenes insólitos que proyecta una nueva mirada a la ría, con espacios? Jackson Browne, Julian Schnabel, Omar Shariff -qué machista ¿vale?-, Vitorín el nuestru, Kevin Spacey, Ricardo III, Tini Areces...

O ella iba al grano o yo iba al baño.

-¿Y dice que lo quieren volar?

-Bueno, ya ha visto cómo se ha puesto el Gobierno por unos gin-tonics, unos paquetes de tabaco y unos taxis de Nueva York, Tánger, Vicky, Cristina, Barcelona?

El frío contrae la vejiga.

-Eso es transparencia, no voladura. ¿Puede enseñarme esas amenazas?, dije con tono ya agudo.

Sacó del bolsillo el teléfono móvil. Estábamos pasando del parque inglés al jardín francés de la pequeña Atenas, donde cualquier árbol es bueno para arrimarse a él y orinar discretamente de no resultar impropio hacer eso ante la Alcaldesa. Me mostró un SMS: «El Niemeyer volará y habrá un nuevo futuro».

-No es gran cosa. Puede ser una broma pesada.

-He recibido diez como éstos. La patrulla Niemeyer de la Policía Local ha intentado localizar su origen.

-¿Tienen una patrulla para la seguridad de Niemeyer?

-Bueno, Óscar el guardia. Ha rastreado los números, todos distintos, todos ilocalizables. Sentémonos.

Se dejó caer con abatimiento en un banco de piedra junto a una fuente con un chorrito de agua, sutil, cantarín y continuo. Permanecí de pie, tapé uno de los oídos para amortiguar el ruido del chorrito y con la otra mano en el bolsillo del abrigo, el único meato. Con una voz que no reconocí mía le recomendé.

-Debería acudir a la Delegación del Gobierno, no a mí.

-Más adelante. No descarto que detrás de estos mensajes haya una falsa amenaza y no quisiera precipitarme y dar oportunidad para que se libre otra batalla a través del Niemeyer. Foro Asturias ha atacado al socialismo de Avilés y ya no tenemos una programación de presupuesto Grueso. Lo que menos quiero es que el Gobierno del PP de Rajoy, a través del delegado en Asturias, Gabino de Lorenzo, dirima sus viejas diferencias con Álvarez-Cascos y su Gobierno regional en la Isla de la Innovación. Quiero oír a Pablo Milanés cantar «Yolanda» el 25 de marzo. Meca, el 25 de marzo quiero oír a Javier Fernández cantar victoria. Tengo que escoger entre el socialismo revolucionario y el democrático.

Aquella mujer no callaba, aquel caño de la fuente tampoco y yo sin un dodotis de adulto.

-Bien, concretemos -apuré, con la rodilla izquierda cruzando la derecha y ligeramente doblado mientras le extendía mi tarjeta-, envíeme a este correo los mensajes de amenaza, los teléfonos de donde proceden, las indagaciones de Óscar. Dedicaré una semana a esto. Hay una amenaza de voladura y cuando se trata de dinamita no me fío de los quinquis de Avilés. Aunque tampoco la Delegación del Gobierno dé garantías totales, les corresponde a ellos si es que todo esto no es una payasada. Y quiero, por escrito, saber a cuánto está pagando su Ayuntamiento. No quiero demoras ni impagos.

Tras una sucesión de posturas más retorcidas que las de Laocoonte y sus hijos estreché su mano en señal de despedida.

Cuando se giró, corrí en dirección contraria dejando atrás a varios ciclistas, hasta llegar a un noble y centenario roble. Los jubilados hacían gimnasia en los aparatos, los parados hacían «footing» por los caminos, las abuelas paseaban los carritos de los bebés de sus hijas trabajadoras y una pareja de adolescentes se besaba. Todo fluía menos el crédito por los bancos.

J. Lugrán pa La Nueva España del 19/02/2012

La ciudad siempre burlada

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Mi trasgu particular, Abrilgüeyu, se me aparece llevando algunos elementos muy de estas fiestas: una botella de sidra achampanada en las manos, una corona de arfueyu en torno a su montera.

Nun hai más que comparar l’Avilés del añu 2000 col Bilbao del mesmu añu, por nun venise más acá, qu’ufiende. Si lo recuerdes, a dambes ciudaes-yos prometieren lo mesmo al mesmu tiempu, allá ente Rodríguez-Vigil y Trevín, nel primer llustru de 1990, acompañando’l Plan de Hunosa y el Plan de Competividad de la Siderurgia Integral.

Y, sin decir más, acompañado del estampido del tapón de la botella, desaparece. Es cierto, mi memoria revuelve en sus anaqueles y recuerda que hacia aquellas fechas el estado central había cumplido sus promesas en Vizcaya y que, por ello, Bilbao había recibido múltiples inversiones, fruto de las cuales había sido una asombrosa transformación de la ría y su entorno. Avilés, a la que se habían realizado ofertas semejantes al mismo tiempo, en 1992, apenas había visto cumplida alguna de ellas: ni el Instituto del Acero (luego CEAMET) se había puesto en marcha, ni se había concluido el PEPA (que inicialmente fue denominado «Avilés 2000»). De aquellas fechas databa, asimismo, el saneamiento de Avilés, que se ha demorado hasta hace poco, y el camelo del «soterramiento ferroviario», del que no hay más que palabras. Por si fuera poco, a los avilesinos también se les ha prometido, más hacia nuestros días, un Museo de la Industria y un Centro de Arte Contemporáneo, promesas que duraron lo que duró la campaña electoral pertinente.

Así pues, a los ciudadanos de la Villa del Adelantado se los estuvo burlando una y otra vez, con ofrecimientos que nunca fueron otra cosa que un engaño absoluto, un caramelo para engatusar votantes, o que difirieron lustros su conclusión. La comparación con el cumplimiento de los compromisos por parte del Estado en Bilbao resalta aún más la tomadura de pelo.

Pues bien, la última de esas mofas a los ciudadanos de Avilés ha sido la del «museo» Niemeyer. Es verdad que se ha levantado un edificio que suscita admiración en muchas partes y que concita gentes de variada procedencia, pero, en realidad, el contenido de la institución es poco más que ninguno.

Quizás merezca la pena recordar cómo surgió la idea, tras aquella comida en que —por lo visto— Graciano García le regaló a Areces un diseño que, a su vez, el arquitecto brasileño había donado a la Fundación Príncipe de Asturies. Hagan ustedes memoria en que, inicialmente, no se sabía qué iba a contener el edificio; más tarde, tras reiteradas críticas, se llegó decir que el hoy Centro Niemeyer iba a contener el «Museo de los Premios Príncipe de Asturias». A día de hoy, el Niemeyer sigue sin ser otra cosa que un receptáculo para contener cosas, pero nada en concreto. Compárese con el Guggenheim, que surgió también de las circunstancias de la reconversión siderúrgica.

Pero no conviene olvidar el momento de su puesta en marcha definitiva: lo prometen los socialistas (por cierto, son ellos el partido que, aquí y en Madrid, ha incumplido todos sus ofrecimientos a la ciudad o los ha dilatado ad kalendas psoeras) en las elecciones del 2007, conscientes de su deuda de lustros para con la ciudad y sus mentiras anteriores, como la del Museo de la Industria o el Centro de Arte Contemporáneo. Esa es la razón por la que se erige un centro para el que no hay plan alguno ni contenidos determinados. Pero como, tres años más tarde, las elecciones están cerca, se da carta libre para dispendios sin control, a fin de traer figuras de prestigio en el ámbito internacional o en el español. Se sabe que, después de las elecciones, no podrá sostenerse de ninguna manera ese nivel de despilfarro, pero ello no importa. Los avilesinos y los asturianos habrán votado ya y, si funciona, funciona, y, si no, el que venga detrás que arree. Esto es, que, salvo el edificio, todo lo demás ha sido, una vez más, una burla a los avilesinos, una gestión intencionadamente engañosa. Y no digamos ya nada de la pretensión de que el conjunto de los asturianos entregue sus inversiones y su dinero a una institución que ni controla ni dirige. (Por cierto que en esto, desde hace unos meses, no están solos el PSOE e IU. El PP se ha subido al carro desbocado del lechero, a la espera de que, en el caos, pueda recoger unos litrucos en su lechera.)

No se me escapa que, sobre todo ello, ha venido a caer, por parte de Foro, una actitud que, además de lo razonable, tiene detrás la impronta de la voluntad de Álvarez-Cascos de levantar hasta la última alfombra que Álvarez Areces haya pisado o a la que se haya acercado. Al margen de razones políticas, hay entre ambos una agria enemiga que viene de muy atrás. No se olvide, por ejemplo, que cuando se inaugura la estación subterránea de Llamaquique, en marzo de 2007, se retira la placa en que se dejaba constancia de que el señor Álvarez-Cascos había sido quien había puesto la primera piedra. Hay otras sórdidas historias, pero de esas «forse altri canterà con miglior plettro».

O lo haré yo mismo otro día.

Niemeyer: batalla y tresfondu (II)

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Y agora, equí, pueden ver cómo va desendolcándose'l barullu (y pa seguir): Las facturas del Niemeyer, al aire (La Nueva España del 14/09/2011)

Comentariu anteror: EQUÍ

Niemeyer: batalla y tresfondu

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En torno al Niemeyer está librándose una de las múltiples batallas de Foro Asturias con un cuadruple mecanismo: desprestigiar a los anteriores gobernantes (para lo que no hace falta un gran esfuerzo), ocupar todos los días la primera página de la información con denuncias (más que con iniciativas), evitar tomar medidas de Gobierno que no quieren tomar antes de las elecciones, anular o silenciar las iniciativas de la oposición. Todo ello, con la finalidad fundamental de afincar su electorado (especialmente el del PP que los votó en las autonómicas) a largo plazo y ante las próximas generales.

Uno de los focos de esa batalla va a ser durante mucho tiempo el Niemeyer y su fundación. Por desgracia para los avilesinos, a los que tantas veces habían engañado en el pasado el PSOE e IU, se va a cumplir lo que durante tanto tiempo veníamos avisando: pasadas las elecciones municipales y autonómicas, se iba a poner al descubierto cuánto de farsa, de improvisación y de despilfarro había en la gestión del Niemeyer, cuyo único objetivo había sido, hasta las citadas elecciones, atropar votos para el PSOE en Avilés y en Asturies.

Y, por otra parte, los avilesinos irán descubriendo, para su desilusión, que tanto amor que "destacados artistas" de fama mundial tenían por Avilés, por Asturies y por el Niemeyer no era más que eso: "amor mercenario".

Transcribo a continuación algunas informaciones de la Nueva España de estos días. Sigan atentos el tema porque verán mucho más. Pero tampoco crean, avilesinos, que Foro hace todo esto porque los ama a ustedes, lo hace porque se ama a sí mismo sobre todas las cosas.

La Intervención detectó pagos del Niemeyer de más de 12.000 euros sin acreditar oferta


Vallaure ha señalado que "las fundaciones, entes y demás instituciones públicas no son ni podrán ser gestionadas como fincas particulares de nadie"

Oviedo, 10 sep (EFE).- El Gobierno de Asturias ha insistido hoy en señalar que el Centro Niemeyer de Avilés no ha justificado gastos realizados los últimos años y ha indicado que la Intervención General del Principado detectó, entre otras irregularidades, pagos de más de 12.000 euros sin acreditar haberse ofertado a al menos tres empresas.

Este informe de la Intervención, remitido hoy a la prensa por el Gobierno regional, así como la falta de la memoria justificativa de los dos primeros ejercicios examinados (2007 y 2008) y memoria incompleta en los otros (2009 y 2010).

También facturas sin desglose y pagos de los documentos justificativos sin acreditar.

En el comunicado de hoy del Gobierno regional, el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, incide, al igual que en el del día anterior, en que "el Gobierno del Principado busca siempre la solución de los problemas, que no se resuelven ni negando ni ocultando datos sino dando la solución correcta".

Marcos Vallaure también ha señalado que "las fundaciones, entes y demás instituciones públicas no son ni podrán ser gestionadas como fincas particulares de nadie".

Y ha advertido de que "con este Gobierno donde haya dinero público habrá siempre transparencia en el gasto y control de legalidad en los actos, en defensa del interés de todos los asturianos".

E. CAMPO / V. MONTES

El Gobierno del Principado de Francisco Álvarez-Cascos sacó la artillería pesada para tomar control del Centro Niemeyer, con la gestión de la Fundación como objetivo de su ataque. La Consejería de Cultura reveló ayer por la tarde las «graves irregularidades económicas» detectadas tanto por una auditoría interna de la propia Fundación que dirige Natalio Grueso como por la Intervención General del Principado. Ascienden a más de un millón de euros y se refieren principalmente a falta de justificación de gastos en viajes. La denuncia del Principado se extendió como un reguero de pólvora y destapó la caja de los truenos tensando aún más la relación entre Ayuntamiento y Principado.

Además, fuentes del patronato aseguraron que se investigan otras posibles irregularidades como el alquiler de una suite privada en Cannes con fiesta incluida, la celebración de fiestas privadas de cumpleaños en el Niemeyer que obligaron a cambiar el sistema de aire acondicionado para permitir fumar y el alquiler de un barco en Sudamérica.

La maniobra se ve desde el gobierno socialista de Avilés como «el peor golpe que podía dar el Principado a la ciudad y al Niemeyer», y la alcaldesa, Pilar Varela, avala «absolutamente» la gestión. La Fundación expresó en un comunicado la «perplejidad e indignación» de los gestores ante las acusaciones de Cultura. Otras fuentes de la Fundación se refirieron a un «ataque brutal» de Cascos. Sin embargo, en medios foristas se destacó que el único objetivo era arreglar «una gestión nefasta» y subsanar los errores puestos de manifiesto en los informes para que el dinero se gestione de forma transparente y rigurosa.

La de ayer fue una jornada larga e intensa en torno al Niemeyer, un centro que empezó el mandato a pie cambiado. Con una gestión a punto de expirar -la Fundación tiene la cesión temporal de los edificios hasta diciembre- son muchos los interrogantes sobre el tejado del nuevo Gobierno regional. Y no comenzaron a despejarse hasta que el miércoles de esta semana el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, convocó por sorpresa una junta del patronato de la Fundación del Niemeyer. Dicha convocatoria no tenía en cuenta los últimos cambios de estatutos y fue boicoteada por el gobierno avilesino y por la fundación, que decidieron -en un encuentro en el que participó Vicente Álvarez Areces, el jueves por la noche- plantarse por considerarla ilegal.

La sede de la Consejería de Cultura, en la ovetense plaza del Sol, fue el escenario ayer de un encuentro de miembros del patronato muy mermado que se quedó en reunión a secas. A las diez de la mañana llegaron los asistentes, entre ellos los representantes de la Autoridad Portuaria de Avilés, Raimundo Abando, y el concejal Pablo Sánchez Lorda, ambos de Foro. Durante la primera media hora se pudo ver en varias ocasiones al consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, hablar por teléfono asomado a uno de los balcones. Poco después entró el secretario de la Fundación del Niemeyer, José Luis Rebollo, acompañado de un notario, para realizar el prometido requerimiento de que no se celebrara la reunión de la junta del patronato por ser ilegal su convocatoria.

Ninguno de los asistentes a la reunión quiso hacer declaraciones a la salida, y todos se remitieron a un comunicado que se habría de enviar por la tarde.

La primera en hablar de forma oficial fue la alcaldesa Pilar Varela, quien, tras mantener una conversación telefónica con el consejero de Cultura, aseguró que el «error» del Principado iba a ser subsanado y que se convocaría una junta del patronato de forma correcta. Su comparecencia se realizó a las cuatro de la tarde y, apenas una hora y media después, Cultura hacía pública la lista de supuestas irregularidades que pesan sobre la Fundación del Niemeyer. Así las cosas, Varela tuvo que dar marcha atrás para lamentar la «absoluta falta de lealtad institucional» del Principado, ya que en ninguna de las conversaciones que había mantenido con Vallaure la había hecho partícipe de las acusaciones sobre la gestión.

La última en reaccionar fue la dirección del Niemeyer, que se defendió afirmando que «todos los justificantes que la Consejería reclama están en las oficinas de la Fundación, lugar donde tienen que estar archivadas». Según esta misma fuente, «las cuentas de la Fundación, que alcanzan unas cifras muy modestas, están sometidas a continuas auditorías y han superado con plena satisfacción todas ellas». Los gestores acusan, además, a la Consejería, de querer «desprestigiar el trabajo y dañar el prestigio de una institución que ya es referente en todo el mundo».

Los gestores aseguraron además haber ofrecido en reiteradas ocasiones al Principado todas las informaciones necesarias sin obtener respuesta. De hecho, tienen la copia de una carta remitida por Natalio Grueso a Emilio Marcos Vallaure con fecha del 19 de julio en la que le solicitaba una entrevista para explicar de primera mano «la actual situación jurídica, económica y cultural» del Niemeyer. Según la dirección, sin embargo, nunca hubo respuesta.

Según fuentes del patronato de la fundación, Natalio Grueso prepara una carta para remitirla a los miembros del consejo asesor del Niemeyer -Woody Allen, Stephen Hawking, Kevin Spacey...- con el objeto de pedir su apoyo en caso de que se produzca una división y para plantear un posible goteo de espantadas de los grandes nombres que hasta ahora respaldaron el proyecto avilesino.

El próximo escenario para un posible acercamiento será la reunión que prevén mantener el próximo miércoles el Ayuntamiento, el Principado y el Puerto para tratar de alcanzar un acuerdo entre los patronos públicos de la entidad sobre el futuro de la gestión del Niemeyer.

El futuru

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- ¿ Palmira o una proyección del futuru d'Asturies socialista ? -

Esta ye la secuencia de los fechos:

[ochobre de 2010] El candidatu socialista Javier Fernandez pone como modelu inspirador p'Asturies la situación/evolución de Les Cuences (Mieres perdió más de 28.000 habitantes nes últimes 4 décades). (ver EQUÍ)

[xineru de 2011] Aconceyaos absolutamente tolos candidatos socialistes en Xixón, en catarsis pública, ante los medios de comunicación y al altu la lleva, arrenienguen d'Asturies y de tolo asturianu. (ver EQUÍ)  (y EQUÍ)

[xineru de 2011] El PSOE anicia la pre-campaña publicitária con un vidiu ensalzando y proponiendo como exemplu a siguir a Ferdinand Cheval (que trabayo tola so vida col únicu obxetivu y propósitu de contruyise'l so propiu Mausoleu). (ver EQUÍ)

[marzu de 2011] Areces anuncia que presidirá'l Niemeyer «Hasta que la muerte nos separe» (ver La Nueva España del 27/03/2011)

Nun me digan que nun tan a piques d'algamar los sos suaños, y convertir Asturies nuna enorme necrópolis plagáda de suntuosos monumentos funerarios destinaos a enaltecer el honor, la gloria y memoria del PSOE (y los sos dirixentes).

Vustedes deciden.

¿ Palmira o una proyección del futuru d'Asturies socialista ?

¿Cuánto nos van a costar Spacey y los otros?

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El Centru Oscar Niemeyer en semeyes de Nardo VillaboyEn plena crisis económica —que va a seguir destruyendo empleo unos cuantos años—, con un enorme déficit y una deuda creciente, teniendo que restringir gastos en personal y contratación, en asistencia social, en infraestructuras; debiendo devolver dinero al estado, el gobierno del PSOE e IU (sí, de IU, que hacen como si no estuviesen, pero están) sigue decidido a despilfarrar en cohetería, propaganda y festejos.

Así, ahora, se nos anuncia que vuelve Spacey al Niemeyer (bueno, al Niemeyer, no: para el Niemeyer, que el Niemeyer todavía no existe) y que lo harán tras él artistas (del régimen y de la ceja todos, no teman) y cineastas como Volker Schlöndorff y Woody Allen.

¿Cuánto nos va a costar la folixa? ¿Con qué fondos se pagan? ¿A qué ciudadanos asturianos se quitan? ¿Cuál es la agencia que los contrata, tal vez de de don José Luis Moreno?

Ya ven, gobierno sí tenemos, pero ¿oposición? Ni la de IU, que está como la ratina del cuentu: “Dormir (comer) y callar”, ni PP, cuya idea de trabajo es un poco inferior a la de Diógenes, aquel filósofo cínico que, invitado por Alejandro el Magno a acompañarlo por el mundo, y, preguntado por cómo quería que se le pagase o qué quería que se le dieses, respondió:

—Sólo quiero que te apartes, que me quitas el sol.

Así el PP, como un san Antonio rechazando las tentaciones:

—No me traigáis trabajo ni me hagáis abrir los ojos, no sea que tenga que incomodarme investigando o denunciando, o, peor, aún, que tenga que gobernar. Que aquí estoy como Dios: cobro lo que nunca me pagarían fuera y trabajo aún menos que Diógenes, con todo voy en coche y tengo gastos pagos.

Más: IU, Brad Pitt, Llenín

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Vuelvo a preguntar: ¿daquién sintió a IU -socios del PSOE na "Operación Brad Pitt"- entrugase pol quién, cuánto y cómo (n`euros) de la operación? Un silenciu mayor que`l que se percibe nel Sahara.

Nin siquier les aguerrides tropes rañoniegues d`IU n`Avilés, tan dispuestes a movilizase pol agua, dixeren nin gota equí.


A lo meyor ye que toos ellos suañen, confundiendo a Brad Pitt con Llenín, y creyéndolu un enviáu suyu o una reencarnación anunciadora de la llucha final (¿o ye de la "ducha", polo del agua?).

Yo nun descarto que tenga sío Areces, fértil n`armadielles, como Odiseus, el que convenciera a Pitt pa que s`amarutara de Llenín / Armando y pa qu`asina los d`IU, estelaos pola aparición, nun dixeren nin pío.

-A lo meyor -talantó Odiseus / Areces, guañosu n`armadielles-, estos queden ablucaos pensando que ye Llenín y, quién sabe, hasta lu imaxinen que vuelve pa char una partida d`axedrez con Evaristo Valle, y, puestos a suañar, ye fácil que piensen que xuega con Angelina Fociquinos Jolie de reina enriba del tableru (yá imaxinaran ellos cómo la quieren vestir, o desvestir), y entós queden ehí clisaos (¡Pues nun ye caxigalina: Lleín avanzando la mano pa tocar y mover a Angelina-Reina!) y yá nun discurren nin dicen un res.

Y, antainandiegamente, llevantó`l teléfonu y mandó:

-Poneime con Brat Pitt, que tengo que deci-y cómo tien que venir afatáu pa poder yo facer fatos a dalgunos.


Nota: la semeya la manzorga ta tomada de La Nueva España.

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4 comentarios

Yá saben les entrugues que tamos faciéndonos sobre la venida a Avilés de Brad Pitt (como nos les facemos sobre l`anterior de Kevin Spacey): ¿cuánto costó?, esto ye, ¿quién paga?, ¿quién-y paga? ¿cómo paga? ¿cuánto paga?
O a lo meyor nun paga naide y ye como aquel milagrosu llibru Asturias siglo XXI, pal qu`una serie d`empreses, por sí y énte sí, decidieren reunise, atropar los datos de toles actuaciones pasaes, presentes y futures del Gobiernu del PSOE, poneles nun llibru que pesaba más d`un quilu, a tou color y en papel couché, metese de pasu col Gobiernu anterior y xuntar les perres en secretu pa pagalo too elles?

A lo meyor ye asina.

Y a too esto, ¿los fenómenos de IU? ¿Yá saben cómo se lu llama dende que ta nel Gobiernu?: "el partíu La Rana", pola bocona que tien abierta pa tragar.
Nota. La imaxen ta sacada de La Nueva España.

¿Cuánto costó Brad Pitt?

3 comentarios

Yá sé que ye una pregunta antipática, ¿pero cuánto costó Brad Pitt y quién-y pagó? ¿O nun lo pagamos directamente a través de los presupuestos o de sociedaes instrumentales interpuestes, públiques o semipúbliques y va nel costu del estudiu d`arquitectos? Porque los famosos nun van a ningún sitiu ensin cobrar, dende Belén Esteban a Brad Pitt. Toos cobren, igual que, nel so día, cobraría Kevin Spacey por venir a decir que`l proyectu del muséu Niemeyer yera perinteresante, cuando naide sabe qué diaños va haber nel futuru muséu.

Ya sé que ye una entruga antipática, ya lo sé. Pero tamos nuna democracia (a medies, polo menos), y somos persones llibres (dalgunos, polo menos). Asina que ¿quién paga?, ¿quién-y paga? ¿cómo paga? ¿cuánto paga?

Lo demás ye roídu, furia y propaganda.
Nota: la semeya ta sacada de La Nueva España.