Xuan Xosé Sánchez Vicente: asturianista, profesor, político, escritor, poeta y ensayista. Articulista en la prensa asturiana, y tertuliano en los coloquios más democráticos. Biógrafo no autorizado de Abrilgüeyu
Por tierra, mar y aire.
(Ayer, en La Nueva España)
POR TIERRA, MAR Y AIRE
El domingo 20, después de varios meses de demostraciones y concentraciones por toda España, se produjo en Madrid una masiva manifestación de agricultores y ganaderos, en la que, por cierto, y, como siempre, se hacían notar las banderas de Asturies (algún día hablaremos de la paradoja que encierra esa masiva presencia de nuestra enseña en todo tipo de acontecimientos).
Sin duda, el malestar del campo viene acelerado en los últimos tiempos por la inflación, la consecuente subida de los productos sanitarios y alimenticios destinados al ganado, la huelga de los camioneros, que ha provocado desabastecimientos; parámetros a los que ha puesto el acelerador la masacre de Ucrania por las fuerzas invasoras. Pero el malestar y la indignación no son un elemento coyuntural, sino permanente: desde hace tiempo el campo viene padeciendo precios bajos para sus productos, aumento de costos, exigencias crecientes de todo tipo, a la vez que observa que –justificadamente o no, es esa otra cuestión- lo que se paga en origen se multiplica exponencialmente cuando llega a las estanterías de las tiendas de alimentación.
El campo puede sentirse, pues, perseguido por tierra, mar y aire, y de hecho lo está. Si el propósito explícito de las políticas gubernamentales y europeas fuese el de extirpar al campesino de su medio, no llevaría una vía muy distinta a la que ahora practica.
Es verdad que, dentro de una tendencia general en occidente, el campo ha perdido población de forma drástica en las últimas décadas, en general, al haberse pasado de una ocupación de todo el territorio por razones de estricta necesidad, a la concentración en pueblos y ciudades; por haber aparecido empleos mejor remunerados y ocupaciones menos esclavas fuera del campo; por disfrutar de mejores servicios, de una vida social más variada y de mayores oportunidades para las nuevas generaciones en las urbes. Así, el sector primario asturiano ha perdido el 83% del empleo en cuarenta años, y la tendencia se acentúa.
Pero las causas que pudiéramos llamar históricas y sociales no son las únicas. España y Europa compiten en inventar cada año nuevas regulaciones que ahogan la actividad agrario-ganadera y, sobre encarecer los costos, atoxiguen al paisano del campo. Muchas de estas regulaciones tienen como bienintencionado objetivo la preservación de la naturaleza o el mediombiente, pero no siempre es claro que tal sea su efectividad, aunque siempre lo son su daño y el malestar que provocan.
Una de las más evidentes –tan frecuente en Asturies- es la de encerrar en parques nacionales o naturales a poblaciones: sobre su medio y su actividad económica caen desde entonces multitud de ridículas prohibiciones.
La legislación que no tiene en cuenta las características de lo rural, o la ausencia de ella, empujan también al abandono del campo. Podríamos citar muchas muestras, relativas, por ejemplo, al tamaño, reparación o mejora de las edificaciones en pueblos o explotaciones. O los crecientes conflictos entre las explotaciones ganaderas o los ruidos (de los gallos, por ejemplo) o excrementos de los animales y los urbanitas, que se saldan siempre a favor de los “señoritos” que vienen de la ciudad, perturbando, de este modo, la actividad consuetudinaria de los vecinos. Y no hablemos ya de algo más serio, los montes vecinales en mano común.
La manifestación más palmaria de esa voluntad de expulsión del campesino y el ganadero la constituye la legislación contra la actividad ganadera en extensivo y a favor de la matanza indiscriminada de ganado menor y perros, quiero decir, a favor del lobo. No es solo nuestra iluminada Teresa Ribera o los lobófilos quienes exhiben una profunda incomprensión de lo que es la vida campesina y de sus emociones. También lo hacen las instituciones judiciales españolas y europeas.
De este modo, se ignora que la protección omnímoda del lobo no tiene solo efectos sobre la economía de los campesinos, sino sobre sus emociones, sobre su desesperación, su voluntad de abandono y aun sobre la ternura hacia las víctimas del depredador (a propósito, ¿el terror, muerte y sufrimiento del ganado, incluido el tarazado y superviviente, a nadie conmueve? ¿Solo preocupa el bienestar del lobo?).
Por cierto, cuando uno ve las recomendaciones de la UE europea para la convivencia del Canis lupus con el pastoreo, no sabe si reír o llorar. ¿Se imaginan, como recomiendan, nuestros Picos y nuestros puertos vallados para proteger el ganado? ¿Los imaginan llenos de mastines, que, aunque pacíficos, pueden representar un peligro para viandantes y transeúntes? ¿Y si a ello le añaden los nuevos requisitos de la Ley de Bienestar Animal con sus requisitos para los canes?
En fin, que si no legislan expresamente para vaciar el campo, lo hacen de hecho. Por tierra, mar y aire.
Por cierto, en la última reunión de presidentes de comunidades autónomas, el señor Revilla arremetió contra Teresa Ribera, avisando que cualquier día los lobos van a provocar “una desgracia humana”, y pidió el cambio de legislación. De nuestro Presidente, don Adrián, también allí presente, no se tiene noticia de que haya abierto la boca al respecto, pese a las declaraciones que para consumo interno realiza su Gobierno.
¿Para quién son las leyes?
(Ayer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
¿PARA QUIÉN SON LAS LEYES?
Sitúense ustedes. Siete años continuados. Un edificio asaltado/ocupado por individuos de marginalidad diversa. Se vende droga, hay reyertas, insultan y molestan a los vecinos, perturban los negocios de la zona, ha cobijado algún muerto, intervienen frecuentemente policía o bomberos… Siete años. Por fin, una orden de desalojo. Llegan justicia y policía y no pueden desalojar. ¿Razón? Hay personas nuevas y para ellos no se ha emitido orden de desalojo, que debe ser nominatim.
Siete años. Vuelta a empezar. La propiedad no es la propiedad. Los vecinos desesperados, los negocios con problemas. ¿Hasta cuándo? Pues basta que cambie un ocupador/asaltador cuando se vaya a desalojar para que el desalojo no pueda efectuarse y el edificio tapiarse.
¿Para quién se hacen las leyes? ¿O quién las hace?
Es una norma, europea: el precio diario de la energía que se paga a las generadoras (y, en consecuencia, el que se le va a cobrar a usted) se determina por el de la energía más cara, el gas, en estos tiempos. De modo que las energías de producción más barata reciben el mismo pago que las más caras. ¿Motivo? En teoría, incentivar la inversión en energías limpias. ¿Lo hace? En todo caso, constituye actualmente un disparate mayúsculo (si no es que la ideación siempre lo ha sido), que afecta a nuestros bolsillos y está llevando al cierre temporal de las grandes consumidoras de energía y a pérdidas o la quiebra de muchos negocios y empresas.
El Gobierno español lleva pidiendo a Europa desde hace tiempo deshacer ese sistema “marginalista”. Hoy las presiones se han acentuado por parte española y de otros países. Algunos se resisten, con la perspectiva teórica o idealista de que el sistema favorece el tránsito hacia una economía verde. De momento, empuja hacia una economía “verde” por falta de actividad, cierres empresariales, paro y precios disparatados.
¿Para quién se hacen las leyes? ¿O quién las hace?
OCULTACIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LA PANDEMIA
(Ayer, en La Nueva España)
OCULTACIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LA PANDEMIA
El Gobierno central, no con la aquiescencia de todas las comunidades, se halla en un proceso tendente a eliminar en poco tiempo todas las restricciones que se habían establecido con respecto a la pandemia y los mecanismos de control e información sobre ellas.
A la esperpéntica eliminación de las mascarillas en exteriores (realizada menos de una semana después de haber sido prorrogada) y a la suspensión de la cuarentena para los contactos estrechos con infectados, seguirán ahora la información sobre los contagios únicamente dos veces a la semana, la eliminación de las pruebas de PCR a los casos que no sean graves o vulnerables (es decir, que estén previamente señalados como tales) y, muy pronto, la eliminación de las mascarillas en interiores.
¿Qué se logra con ello? Evidentemente, aumentar la sensación entre una gran parte de la población de que el peligro ya no existe y de que no son necesarias las precauciones.
Y, sin embargo, el peligro sigue existiendo. Es cierto que la cantidad de ingresados en los hospitales y en las UCIs disminuye en toda España, pero no es menos cierto que el número de afectados no baja, es más, sigue aumentando, leve pero insistentemente. Si, como parece verosímil, ello se debe a los encuentros masivos del antroxu, es de esperar que acontecimientos multitudinarios como la Semana Santa, en que es posible, además, que no se exijan ya mascarillas en colegios ni en interiores, los hagan aumentar.
Se habla de “gripalizar” el Covid, tratándolo igual que una gripe y como si lo fuera. Pero ello es una absoluta falacia. En primer lugar, porque sigue habiendo muertos de la pandemia todos los días, y no uno ni dos; en segundo lugar, porque mientras la gripe es estacional, el covid, en sus diversas variantes, nos frecuenta durante todo el año, luego el número de sus víctimas mortales es mayor; en tercer lugar, porque deja secuelas permanentes, graves algunas, que no deja la gripe.
De modo que a lo que vamos es, en realidad, a una ocultación de la pandemia, con las consecuencias ya dichas, entre otras, repito, la pérdida de conciencia del riesgo por una parte importante de la población. Y todo ello, si no aparece una nueva variante, ante la que tardaremos tiempo en reaccionar.
Por otro lado, la enfermedad y sus riesgos han servido para que en múltiples ámbitos del servicio al público, empezando por la Administración (oficinas, policía, juzgados, ambulatorios, Hacienda, ayuntamientos…) y siguiendo por bancos y otras oficinas, se haya aprovechado para prestar un servicio peor al ciudadano y para trabajar menos.
Les cuento solo un caso de hace dos días. Viuda. Se le exige un certificado de matrimonio en el banco (no vale el libro de familia). Ha de ir al juzgado. Va. Debe pedir cita previa. Se le da un teléfono. Dos días llamando. Nadie lo coge. Tendrá que acudir a un familiar para que demande la cita a través de interné.
No se trata únicamente del maltrato que se efectúa a quien no sabe moverse por interné o no tiene medios para ello (¿y desde cuándo es una obligación constitucional el saberlo o el disponer de esos medios?), sino que se ha aprovechado para trabajar menos en cada servicio. Se calcula un promedio temporal para despachar las citas y, en virtud de ello, se dan. Pero muchas veces las visitas llevan mucho menos tiempo y durante él el servicio permanece muerto y el oficinista folgáu. Y, además, ¿cómo es posible que ahora que se van retirando todas las restricciones no se retire la de la cita previa, verdadera incomodidad para el ciudadano, que, además, ha incrementado el tiempo que lleva resolver una gestión? Porque no se trata de que los ciudadanos vuelvan a agolparse ante los mostradores, no. Bien está que se guarden las colas y se mantengan las distancias, pero por qué no puede cada uno decidir en qué día y en qué hora aguarda su turno a las puertas de la oficina correspondiente.
La perspectiva es, pues, que la enfermedad va a “desaparecer”, pero sus efectos dañinos en el servicio a los ciudadanos, así como el aprovechamiento para un más descansado trabajo de empleados y funcionarios van a quedar, tal vez para siempre.
¿Qué les parece, uno y otro?
Plan d'Impulsión de la Economía Asuriana
Acasu merez la pena conocer esti documentu sobre la economía asturiana qu’ellaboramos en 1998.
Como ye sabío, al añu siguiente presentámonos a les elecciones ensin llogra un apoyu suficiente de los asturianos.
El aluminio y Xovellanos
(Ayer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
EL ALUMINIO Y XOVELLANOS
Asturies es tierra de eternidad para las obras públicas. Ejemplo: la Zalia, un proyecto de polígono industrial concebido como un eje de trasvase de mercancías entre la meseta y Europa a través de El Musel, lleva quinquenios sin concluirse.
Pues bien, si ustedes ojean la prensa leonesa y española comprobarán con asombro que el polígono de Villadangos, en León, concebido con criterios de funcionalidad semejantes a los de la ZALIA, está a punto de agotar su terreno. Pero su asombro subirá de nivel cuando sepan que en Villadangos se va a instalar Latem Aluminium y que dicha empresa va a recibir cerca de 60 millones, con los que se prevé crear un total de 251 puestos de trabajo entre Villdangos y Zamora.
Villadangos nos provoca a los lectores de Xovellanos el recuerdo de uno de los dos episodios amorosos que de él sabemos. Está en León en junio de 1795. Vuelve a verse con Ramona Villadangos, La Majestuosa, a la que ya conocía. Tras algunos días de encuentros en reuniones de sociedad ella prácticamente se le ofrece a la hora de partir. “Creo conocer su carácter y cuánto vale aquella sencilla expresión, proferida con tanta nobleza como ternura; pero distamos mucho en años y propósito”, anota el xixonés.
Pero su asombro no provendrá de ahí, sino de saber que la empresa aluminera intentó instalarse en Asturies en Reicastro (Mieres), un polígono propiedad de HUNOSA. Pues bien, por lo visto, los pretendientes jamás recibieron respuesta, ni buena ni mala, a sus demandas, eso sí, malos modos. Lo cuenta con gracia Antonio Trevín en LA NUEVA ESPAÑA DEL 16/07/2018 (“La explicación, Pretty Woman”).
Era entonces presidenta de HUNOSA Teresa Mallada. Tal vez debería ahora dar explicaciones sobre aquel episodio.
Acaso temía que la empresa fuese a favorecer la cooficialidad. Ya saben: los males de Asturies son culpa de la lengua asturiana, según pregona ella Urbi et Orbi.
Putin, retratos al instante
(Ayer, en La Nueva España)
PUTIN, RETRATOS AL INSTANTE
Aparece el señorito Almodóvar por una manifestación contra la OTAN y las bases, perdón, por la invasión de Ucrania para librarla de los nazis. Manifiesta: “Putin no es comunista, está más cerca del zarismo y del ultranacionalismo que otra cosa”. Lo entiendo, el señorito Almodóvar y su clan han pasado la vida, y se la han ganado, defendiendo que el comunismo es lo más de lo más, de ahí que le siente como un tiro, lo irrite, que el país del primer comunismo, de un miembro del partido comunista en su día y de un espía de la KGB, produzcan la invasión y destrucción de Ucrania.
(Por cierto, cuando logre transmutarme en millonario –no hace falta que tenga caballos- es posible que yo me convierta a una de esas organizaciones de discurso igualitario).
Lo que entiendo peor es –la figura es ironía- que García-Page (“Putin no es comunista, es un aspirante a zar”) o que Adrián Barbón (“no es comunista” sino un “autócrata”, un “ultranacionalista reaccionario e imperialista”) vengan a defender que lo que hace Putín no es debido a su comunismo, y que por eso es malo lo que hace y malo él.
Irónicamente no les falta razón. Putin no ha matado a cuatro millones de ucranianos de hambre, no ha transterrado a otros tantos ni los ha encerrado en Siberia, no ha exterminado a los bardos campesinos, los kozbars, ni a los kulaki…, no ha eliminado la independencia de Ucrania (por ahora). ¿Para qué seguir? Tal vez tengan razón, puede que aún no sea lo suficientemente comunista, y nada digamos si acudimos a otros ejemplos del “socialismo real”, como los de China, Corea del Norte, Camboya…
La mayor parte de Unidas Podemos y de Izquierda Unida (ambos partidos, miembros del Gobierno de Pedro Sánchez) están en contra de la guerra. Están, ahora, en contra de la guerra, con Ucrania invadida, los civiles masacrados, las ciudades bombardeadas, la población aterrorizada y en fuga. No están en contra de la invasión, no, sino “a favor de la paz y en contra de la guerra”. Y discrepan del envío de armas a Ucrania para que se defienda, ya que “el único camino es el diálogo y la paz” y “el envío de armas alarga la guerra y no vale para nada”.
No sé que me causa más impresión en estos tipos. No sé si son unos cínicos, si tienen algún déficit en las conexiones de sus sinapsis, o si es que están dominados por esa ceguera selectiva que llaman “ideología” y que provoca un sesgo de conocimiento impidiendo ver la realidad. Porque su postura equivale a facilitar el triunfo más rápido de Rusia, el dominio más inmediato de Ucrania y su imposición en ella (de momento). Es como si utilizasen aquella recomendación cínica: “ya que te van a violar, relájate y goza”. Más o menos como el Bertrand Du Guesclin de la leyenda: “Ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor”.
Así los retrata Vladimiro, mientras lanza bombas de racimo y toma nucleares.
Por cierto. Una encuesta de Gallup Internacional cuyos resultados son semejantes a lo largo de los años: solo un 21% de los españoles estaría dispuesto a coger las armas para defender a su país en una guerra. Es decir, que si una nación extranjera nos invadiese, destruyese nuestra economía, violase lo que quisiese, robase los tesoros artísticos (como hizo Francia con Napoleón), matase a nuestras familias, nos impusiese el Gobierno, solo un 21% de los ciudadanos de este país estaría dispuesto a defenderse e impedirlo.
Y ahora, la encuesta que nadie hace, pero que pueden hacer ustedes. Si los atacantes fuesen “de los suyos, de los de ellos”, ¿cuántos españoles estarían dispuestos a coger las armas en su favor?
Siento perturbarlos en este día.
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Ciudadanos fartucos y ciudadanos ejemplares
(Ayer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
CIUDADANOS FARTUCOS Y CIUDADANOS EXEMPLARES
En Mieres vienen hai tiempu produciéndose manifestaciones contra una situación de delincuencia reiterada que, además, ocasiónase pola actuación d’unos determinaos individuos que, deteníos y llevaos a xuiciu, queden llibres de forma inmediata.
Los vecinos “piden midides a los xueces” y quéxense “de la falta de mano dura”. Y nun crean que nun ye gorda la cosa porque hasta la Delegada del Gobierno se tien manifestao “pidiendo a los xueces contundencia pa colos delincuentes multirreincidentes”, y reclamando al Poder Xudicial, “correxir esi pilancu frente a la eficiencia policial”.
Ye verdá qu’hai xueces y xueces, pero tamién que munches de les lleis paecen tar feches al mou y manera d’aquella definición que pal preservativu daba la Sévigné “armadura pal placer, telaraña pa la enfermedá”, armadura pal delincuente, telaraña pal ciudadanu honráu. Revisen per uquiera. Do-yos solo una información: Clan de les Top Models. Diez años “trabayando”, más de 700 robos con fuerza en pisos al mes. Deteníes y a la calle.
Asina que, amás de fabricar lleis nueves, convendría que Gobiernu y Parlamentu revisasen les lleis-preservativu.
Por suerte tamién disfrutamos de buenes nueves. Dalgunes son puros aprucimientos de coses que pasen toles díes, por exemplu, la información que LA NUEVA ESPAÑA da d’una familia xixonesa formada por José Manuel Solares, Ángeles Morales y la so fía María, que los fines de selmana dedíquense a recoyer basoria na rodiada de San Martín del Mar. Son unos más ente otres munches persones anónimes que cuiden del mediuambiente. Gracies a toos.
Pero lo más prestoso de la selmana fueron les disculpes públiques que dos divulgadores presentaren a López-Otín por tener desacreditao’l so trabayu científicu solo “dexándose guiar pol ruxerrux”. Aquella fola d’acusaciones falses fizo munchu dañu a la investigación y, sobre too, a la propia persona de López-Otín. Yo alégrome d’estes disculpes, como d’otres anteriores, pol caderalgu de Bioloxía Molecular, anque hai daños que, de xuru, nunca van poder reparase.
Siempre las mismas víctimas
(Ayer, en La Nueva España)
SIEMPRE LAS MISMAS VÍCTIMAS
LA NUEVA ESPAÑA titulaba el 11/02: “La mitad de los alquileres en Asturias ya se firman en Asturias con seguros de impago de renta”. Podía haber añadido que otra gran parte de los propietarios exigían avales para contratar con un inquilino. Explicaba, además, que existe un gran número de pisos vacíos que no se ofertan porque “hay muchos propietarios con miedo a alquilar” y que, como consecuencia de ello, se prefiere vender a alquilar, y que hay más demanda de alquileres que de ofertas de lo mismo, más viviendas en venta que en renta.
¿La razón? Pues es muy sencillo: la legislación “progresista”, la protección de la ocupación y del moroso, a través de las garantías hacia el ocupador o el deudor –necesitado o renuente a pagar, es igual- frente al propietario, las eternas dilaciones en los trámites judiciales, han llevado a esta situación: una desconfianza generalizada hacia el alquiler.
¿Y quiénes han sido los perjudicados? Pues los de siempre, los salarios bajos o, en términos clásicos, proletarios y clases medias bajas. Por un lado, porque encuentran dificultades para alojarse en sitios cómodos o céntricos, y aún para alojarse, y, sobre todo, porque han subido notablemente los precios y, porque, además, en la mayoría de los casos deben buscar un avalista –cuestión nada fácil, por supuesto- o añadir una cantidad extra para la habitual fianza.
Pero también han sido los propietarios los perjudicados. Y, al escribir esta palabra, “propietarios”, conviene aclarar que la gran mayoría de ellos no son “ricachones” ni grandes corporaciones, sino gente de cierta edad que, a través de muchos años de trabajo, venta de tierras de la aldea, ahorros, herencias, han llegado a tener algún o algunos pisos en propiedad –tal vez para transmitir a sus hijos- de los que esperaban sacar unas rentas mayores de las que proporciona el dinero en el banco. De esa forma, cuando retiran del alquiler su capital, lo que hacen es retirarlo de la circulación y congelar sus posibles rendimientos.
Es cierto que el Estado, en vista de la situación que él propicia, ingenia nuevas medidas paliativas: dinero para la renta de los jóvenes, ayudas al seguro de impago, disposiciones todas que vienen a aumentar las cargas generales sobre la vivienda, eso sí, haciéndolas reposar sobre los hombros de todos nosotros: los presupuestos generales del Estado y de las autonomías.
En pocos meses, otra medida “progresista” caerá sobre una parte de esas víctimas económicas de las decisiones políticas: las ciudades de más de 50.000 habitantes prohibirán la entrada en el centro de las mismas, creando “áreas libres de emisiones de coches más contaminantes”, que serán los de más antigüedad. ¿Y quiénes tienen coches más antiguos porque no pueden cambiarlos por otros o gastar más de 30.000 euros en un híbrido o un todo eléctrico? Pues no lo creerán, pero serán pocos, posiblemente, de los que legislan, que tampoco, por cierto, suelen vivir de alquiler. Serán, otra vez, los paganos de las decisiones sobre la vivienda: salarios bajos o, en términos clásicos, proletarios, clases medias bajas y jubilados. Es verdad que la decisión se toma en función del medio ambiente, aunque no tiene en cuenta el estado real de los vehículos, su ITV, sino únicamente su fecha de puesta en circulación; pero sea cual sea la causa o lo benemérito de la intención, las víctimas, los mismos.
Los mismos que lo son de las decisiones apresuradas de descarbonización, que se toman solo a mayor gloria y ego del Gobierno, sin tener en cuenta ni las necesidades energéticas del país, ni la repercusión de los costes en las empresa, ni los efectos sobre los territorios y los ciudadanos.
“Siempre las mismas víctimas” he titulado, podía haberlo hecho de esta otra forma: “Los rayos no caen del cielo, tienen su Zeus impulsor”.
Por cierto, todos esos miles de ciudadanos agraviados por la acción política tendrán la ocasión de votar varias veces en los próximos años. Unos, descontentos, se quedarán en casa; otros, inundados de esa fe que llaman ideología, repetirán su voto; unos terceros tomarán caminos imprevisibles llevados por su malestar e irritación. En cualquier caso, todos ellos, al modo de Gustavo Adolfo Bécquer, podrán decir, “Mi vida es un erial, / flor que tocan se deshoja, / que en mi camino fatal / alguien va sembrando el mal / para que yo lo recoja”.
Diccionarios que son d'una vida entera
(Ayer, en La Nueva España)(Col agradecimientu a Marta Mori)
Diccionarios que son obra d’una vida entera
El etimolóxicu de la llingua de García Arias y el asturianu-castellanu de Sánchez Vicente destacan entre otros inventarios léxicos
Cultura - Libros
Marta Mori
03•03•22 | 04:00
Conocer una llingua empieza por conocer les sos palabres. Esti axioma, que val tanto pal procesu d’adquisición llingüística qu’ocurre na infancia como pal aprendizaxe formal de les llingües segundes, rixe tamién nos estudios filolóxicos. Facer l’inventariu léxicu d’una llingua ye una forma de dellimitala y acreitar la so esistencia. D’acordies con esta idea, los primeros estudiosos del asturianu -Xovellanos, nel sieglu XVIII, Laverde Ruiz, nel sieglu XIX- punxeron nel centru de los sos proyectos llingüístico-culturales la confección d’un diccionariu bable, que nun llevaron a términu. Otros, como Juan Junquera Huergo, llegaron a acabalu, pero, igual que-yos pasó a Pepín de Pría y a Fernán-Coronas, nun consiguieron ver editaos los sos trabayos. Cola creación del IDEA en 1946 retómase l’oxetivu, que nun se cumple hasta la publicación en 1989 del “Diccionario de los bables de Asturias” de Jesús Neira y Rosario Piñeiro.
Col surdir del movimientu de recuperación del asturianu nos años setenta, tómase conciencia de la necesidá de publicar diccionarios de distintos tipos. Ún de los primeros estudiosos en ponese a la xera foi Xuan Xosé Sánchez Vicente, qu’en 1988 publica un primer “Diccionariu de la llingua asturiana”. Otres contribuciones tempranes dirixíes al usu educativu fueron el “Diccionariu Básicu de la Llingua Asturiana” (1984) de Pablo Manzano, Félix Ferreiro y Urbano Rodríguez; “Llueca. Vocabulariu básicu ilustráu” (1988) de Pablo Manzano y el “Diccionariu Temáticu Asturianu” (1991) de Ramón d’Andrés.
Nel añu 2000 vio la lluz el DALLA -“Diccionariu de la Llingua Asturiana”-, un diccionariu normativu ellaboráu pola Academia de la Llingua Asturiana destináu a valir de referencia, al llau de les “Normes ortográfiques” (1981) y la “Gramática asturiana” (1998), a la normativización del asturianu. Otru trabayu de gran interés pal procesu d’estandarización d’esta llingua ye’l “Diccionario General de la Lengua Asturiana” (2002-2004) de Xosé Lluis García Arias, obra accesible online a traviés de la web de LA NUEVA ESPAÑA, qu’incluye información dialectolóxica -delles variantes localizaes del términu-, modismos y exemplos de la tradición popular y culta.
García Arias ye tamién l’autor del DELLA -“Diccionariu Etimolóxicu de la Llingua Asturiana”-, una obra en seis volúmenes publicada ente 2017 y 2021 que proporciona, amás d’información semántica y dialectolóxica, documentación histórica (en llatín o en romance) y propuestes etimolóxiques sobre caún de los términos. El DELLA ta destináu a ser una obra de referencia nos estudios románicos, onde hai llingües que nun poseen un estudiu históricu y etimolóxicu d’esti tipu.
Los trabayos dialectolóxicos y etimolóxicos resulten fundamentales p’afondar na conocencia científica del asturianu. Con too, pueden resultar poco amañosos pal aprendizaxe llingüísticu o como obres de consulta na llectura, na escritura y na traducción de testos. Nestes estayes ye imprescindible contar con otra triba de diccionarios: billingües, como’l “Diccionariu básicu asturianu-inglés, inglés-asturianu- (2009) d’Inaciu Galán, el “Diccionariu ilustráu de la llingua asturiana. Asturianu-castellanu, castellanu-asturianu” (2005) de Xandru Martino o’l “Diccionariu irlandés-asturianu y asturianu-irlandés” (2022) de Xuan Xosé Lajo, qu’acaba de publicase; de sinónimos, como’l “Diccionariu de sinónimos de la llingua asturiana” (2014) de Luis Alberto Prieto o de duldes, como’l “Diccionariu de consultes llingüístiques del asturianu” (2021) de Ramón d’Andrés.
Ye nesti ámbitu onde destaca especialmente’l llabor desarrolláu por Sánchez Vicente. En 1996, sal la primer edición del “Diccionariu asturianu-castellanu, castellanu-asturianu”. En 2007-2008, espublízase una edición ampliada y revisada d’esta obra en dos volúmenes independientes. Los tres tomos que sumen el “Diccionariu castellanu-asturianu” y el “Diccionariu asturianu-castellanu” editaos en 2021 son el resultáu de más de trenta años de trabayu lexicográficu volcaos nun proyectu que se centra na busca de les equivalencies llingüístiques más precises y de mayor frecuencia ente los idiomes asturianu y castellanu. Como nel casu de García Arias, la obra d’una vida entera.
La ministra tanxugueira y otras melonadas
(Ayer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
LA MINISTRA TANXUGUEIRA Y OTRA MELONADAS
Entrevista a la ministra Ribera, la del lobo ecológico. Pregunta sobre el cierre de centrales y la opción europea de tener por energía verde gas y nucleares, como fórmula que permita la transición sostenible hacia las energías limpias. Negativa absoluta a modificar el calendario, crítica hacia esa decisión europea. Eso sí: “Si podemos ir más deprisa en la transición ecológica, mejor”.
La ministra actúa como una Tanxugueira, todo el día tocando la pandereta de la misma canción: el ser los primeros del mundo en la eliminación de carbón, gas y nucleares. Le es igual nuestra dependencia energética, las protestas de los gobiernos de su misma filiación política, las críticas de sindicatos y economistas, el empleo destrozado, las regiones dañadas, los parados. Tanxugueira de pandereta reiterativa –el nombre de “tanxugueira” parece ser un derivado del “meles meles”, nuestro “melón”, que otros llaman “tejón”- o, si lo prefieren, de “melonadas”, ahora en otro sentido, el de “testeronadas”.
Pero no crean ustedes que, como aquel Bartolo que daba la lata tocando todo el día la flauta con un agujero solo, es una solitaria en el vicio de la melonada monotemática. La acompaña el Gobierno en su conjunto, donde cada ministro, o casi, tiene su flauta de un único agujero que toca sin descanso y con empeño. Aquí tienen otra que repiten día y noche (cita de LA NUEVA ESPAÑA): “El gobierno lo tiene claro: habrá peajes en todas las autopistas, sí o sí”. Pues dense ustedes por peajeados.
Menos mal, que existen melones con mejor hado y conducta. En La Cuesta de Berció (Grao) apareció en una cueva un tesoro de 209 monedas romanas de cobre y bronce que van del siglo III al IV. Pues bien, el “culpable” parece ser un melón que, al excavar allí su madriguera, dejó al descubierto parte del tesoro. ¡Tanto va de melón a melón!
Por cierto, prepárense para los nuevos impuestos.
L'antroxo y el Cascajo del Muro (Xixón)
Ehí lo pueden ver: "Xixón antroxero". Estos fenómenos nun faen nada bien. ¡Como solo-yos importa'l "Cascajo" del Muro.
Fútbol: de les ñubes a la verdá
Les retransimisiones de fútbol: De les ñubes a la verdá.
Nun sé si se dieren cuenta: les retransmisiones futbolístiques per televisión poníen nos primeros momentos: "No a la guerra". Dende antiayer ponen: "No a la invasión".
Porque lo d'Ucrania nun ye que dos países se tengan declarao la guerra mutuamente, sinón qu'ún invadió l'otru, ocupando'l territoriu y matando a la población.
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